Me gustaría darle algunas explicaciones sobre el proceso de seleccion de sus anfitriones.
Cuando en enero de 2021 decidí retomar la asociación Soliderrance creada por mi padre, empecé por cuestionarme considerando 2 elementos: 1. el turismo es una de las industrias de mayor impacto en el planeta; 2. el encuentro con diferentes pueblos y culturas es enriquecedor. Además, estoy convencida de que la Humanidad se beneficiaría de que nos conozcamos mejor, intercambiemos y aprendamos unos de otros. Entonces, ¿cómo encuentro el equilibrio adecuado entre esta observación, mi convicción y mi deseo de compartir mis experiencias personales como viajero solidario y regenerativo?
Mi solución fue establecer un campo de juego, requisitos que no quiero derogar y que responden a la pregunta: ¿cómo organizar viajes que impacten positivamente tanto al viajero como a los anfitriones y los territorios que visitan? Así que empecé pensando en la tipología y características de los anfitriones y los 4 criterios me parecieron obvios:
1. el turismo no es su actividad principal
2. su entorno de vida es lo más ecológico posible cuidando todos los seres vivos de su entorno
3. están dispuestos y son capaces de compartir sus conocimientos y formas de vida
4. ofrecen infraestructura que genera bienestar con total seguridad
Explicaciones:
1. El viajero genera ingresos adicionales a sus anfitriones para quienes el turismo no es su actividad principal. Este ingreso adicional asegura y participa en la permanencia de su(s) actividad(es) principal(es).
Ejemplos:
– Camilo y Juliana crearon una fundación que conserva y reforesta cientos de hectáreas a las puertas de la Amazonía. Esta misma fundación educa a los niños para que conecten con la naturaleza y descubran su biodiversidad. Crean empleos localmente. Transmiten conocimientos y cuidan su Tierra y su Gente.
– Hernando y su familia han transformado 1 hectárea de monocultivo de café en medio del Eje Cafetero (el Quindío) en una finca autosuficiente en agua, energía y alimentos. Finca de increíble biodiversidad y dotada de magníficos alojamientos en guadua (bambú), lo están esperando para compartir técnicas y saberes.
– Mauricio y su esposa lo recibirán en su finca. Son caficultores y cultivan orgánicamente un café especial cerca uno de los pueblos más hermosos de Colombia, Baricharra. Vivirá al ritmo de esta familia y compartirá el día a día de las familias campesinas de la corporación que las une.
– Fédérico, Tatiana y toda la familia llegaron a Minca, un pequeño pueblo en el corazón de la Sierra Nevada de Santa Marta para construir una reserva natural. Pudieron adquirir 4 hectáreas de bosque y preservarlas, regenerarlas y referenciar la rica fauna y flora. Por amor a la bioconstrucción, han construido hermosas cabañas y lo esperan para compartir su forma de vida con su familia.
2. Para permitirme responder objetivamente a este 2º criterio de selección, he elegido 3 elementos:
– Los alojamientos son todos eco-construidos. Es decir con materiales naturales y lo más locales posible.
– Depuración natural de aguas residuales: baño seco y/o biofiltros.
– Tendencia hacia la soberanía alimentaria o por lo menos una huerta y animales.
Así que sí, todos los lugares que se le ofrece son objetivamente completamente respetuosos con el medio ambiente en sus infraestructuras y en su forma de pensar la Vida.
3. Brindar una experiencia compartida entre anfitriones y viajeros, sí, pero solo si los anfitriones tienen la intención y la capacidad de hacerlo. Ningún anfitrión podría verse obligado a cambiar su forma de vida, sus hábitos o incluso sus intenciones porque habría sido elegido por Soliderrance. Me aseguré de que los anfitriones realmente tuvieran la intención de abrir sus hogares, compartir sus conocimientos a través de talleres e incluso juntarse a los viajeros para una comida.
4. Evidentemente, los lugares elegidos debían cumplir obligaciones legales en materia de seguridad y de acuerdo con las normas sanitarias vigentes. Pero también y sobre todo asegurar por el bienestar de los viajeros. Ya sea en el Caribe, a la orilla de un río o en la montaña, todos los lugares ofrecen una conexión especial con la naturaleza y generan bienestar.
Con estos criterios de selección fui a recorrer Colombia entre febrero y mayo de 2021 para conocer a sus futuros anfitriones. Viví con ellos, viví todo lo que va a vivir. Me impactaron, fuertemente. Y eso me convenció para crear esta agencia de viajes solidarios y regenerativos. Había encontrado el equilibrio entre el impacto de la industria del turismo y mi convicción personal de hacer que las diferentes culturas se conozcan a través de experiencias que regeneran al viajero, a sus anfitriones y a los territorios visitados.
Esperando viajar juntos pronto.
Adrien